sábado, 13 de marzo de 2010

Desarrollo de la percepción en discapacitados mentales

Retraso mental hace referencia a limitaciones sustanciales en el desenvolvimiento corriente. Se caracteriza por un funcionamiento intelectual significativamente inferior a la media, que tiene lugar junto a limitaciones asociadas en dos o más de las siguientes áreas de habilidades adaptativas: comunicación, cuidado personal, vida en el hogar, habilidades sociales, utilización de la comunidad, autogobierno, salud y seguridad, habilidades académicas funcionales, ocio y trabajo. Antes de detallar las actividades referidas, quisiera detenerme un momento sobre las diferentes etapas que atraviesan los niños pequeños con dificultades intelectuales, hasta alcanzar un comportamiento perceptivo, subordinado plenamente al control visual, sobre todo en cuanto al método de encajamiento se refiere. En el nivel más bajo los tanteos de tipo motor: 1) manipulación sencilla: Donde los niños no intentan realizar encajamientos, solamente juegan con el objeto, lo manipulan, lo utilizan como proyectil, etc. No hay intención perceptiva ni motriz de encajar una forma en el hueco adecuado. 2) Deposita los objetos en el tablero de encajes, pero sin búsqueda real del hueco, lo deposita en forma azarosa. 3) Deposita el objeto en un hueco determinado pero sin intención de encajar, no hay esfuerzo en buscar la correspondencia entre el hueco y la forma. Hay un comportamiento diferenciado pero no hay intención real. 4) Ensayo único de encajamiento: el niño deposita una forma en un hueco y al obtener resistencia, pretende vencerla pero sin realizar una rotación de la forma para que el objeto encaje en el hueco deseado. 5) Ensayo con formas sucesivamente elegidas y abandonadas, pero de forma no sistemática: el niño demuestra una evolución clara en cuanto a la continuidad de la tarea, pero no realiza un comportamiento sistemático, al no obtener éxito en el primer intento, toma otra forma y ensaya con esta, puede lograr el éxito, pero si no lo logra, abandona. Es interesante observar que en esta etapa, el niño comienza a realizar una diferenciación entre las formas pero sin lograr aún, subordinar la actividad motriz a la percepción visual. 6) Intentos con huecos sucesivos, a diferencia del comportamiento anterior, el niño toma una forma y prueba con esta en diferentes huecos, pero aún no realiza un trabajo sistemático. 7) Intentos con formas y huecos sucesivamente probados: es un comportamiento que reúne los dos anteriores. Pero aún no se realiza una conducta sistemática, es decir el niño ante el fracaso con una forma en un hueco determinado, intenta en varios huecos, y luego toma otra forma y realiza el mismo comportamiento, pero no logra concluir con todas las opciones dadas. Es importante insistir que continúe con una misma forma hasta encontrar el hueco adecuado. 8) Ensayos sistemáticos para encajar una forma en todos los huecos, o para encajar todas las formas en un mismo hueco: en este nivel se observa que la perseverancia está ya captada, el niño entrevé que conseguirá encajar una forma, y para esto ensaya repetidamente hasta lograrlo. Es importante observar que el niño aún no realiza tanteos visuales, pero comienza a diferenciar las formas y comprender que tienen diferentes características. 9) Ensayos con los primeros tanteos visuales: el niño en este nivel, alterna la actividad táctilo-motríz por una conducta netamente perceptiva. Hay un cierto análisis visual del conjunto de las formas o de los huecos posibles. 10) Ensayos visuales: La actitud perceptiva se vuelve dominante. Las identidades se buscan exclusivamente con la mirada, y solo luego realiza la actividad motriz de encajamiento. Aún persisten ciertos tanteos motrices, sobre todo en cuanto a la rotación o manipulación mecánica, para adecuar la forma al hueco. ACTIVIDADES SUGERIDAS Método de encajamiento Los conocidos ejercicios de encaje para estimular la percepción en los niños con discapacidad intelectual son un elemento sumamente útil a la hora de proponer actividades para niños pequeños. Si bien es un método conocido y muy familiar, podemos plantear una amplia variedad de ejercicios que irán paulatinamente acercando al niño a un control perceptivo casi exclusivamente visual. 1) Diferenciación visual de longitudes; encajamientos horizontales Con tres regletas de madera de 15,20 y 25 cm, y un tablero de encaje con los huecos adecuados a las regletas. Se propone al niño diferentes ejercicios, primeramente con una regleta y los tres huecos, luego con todas las muestras, etc. Es interesante no corregir al niño, y dejar que él mismo constate que la última regleta no cabe en el hueco. 2) Diferenciación visual de superficies; encajamientos de superficies. Con un juego de círculos de diferente diámetro se puede proponer una amplia variedad de ejercicios que permitan constatar la percepción visual de superficies. Es importante tener en cuenta que se debe ir progresivamente complejizando la situación, aumentando paulatinamente la cantidad de muestras, y el respectivo tablero de encaje. (se puede utilizar madera o cartón, para la construcción de las muestras) 3) Diferenciación visual de formas. Preparar tableros con tres, cinco o siete formas diferentes, es importante ir progresivamente aumentando la complejidad, una vez que el niño haya superado las dificultades que le plantea la situación anterior. Conviene tener en cuenta que cuando se utilizan formas similares, estas no deben estar muy juntas en el tablero de encaje, para evitar que la confusión visual provoque un fracaso. 4) Encajamiento combinado con puzzel. Preparar un tablero para tres formas simples, y cortar cada una por la mitad. Este tipo de ejercicio, requiere un mayor control de las figuras enteras a partir de la mitad. Dejar que el niño haga su ensayo con las formas y luego permitirle que el mismo constate su error, de esta manera se verá obligado a una inspección más atenta. Estas actividades ofrecen dificultades ya que es necesario un campo perceptivo más amplio y un nivel de atención sostenido.

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